Saltar al contenido

Tejiendo Acción Climática – Corpoboyacá

Un proyecto de Acción Climática en la Jurisdicción

  • Inicio
  • Diccionario Climático
  • Determinante Ambiental
  • Planificación Territorial
  • PIGCCT Boyacá

Cambio climático como determinante ambiental

La gestión del cambio climático es una realidad que debemos empezar a aplicar en los territorios, pero ¿cómo hacerlo? En esta sección, conoceremos la relación directa entre el cambio climático y el ordenamiento territorial, y por qué es crucial incorporar esta determinante ambiental.

¡La gestión del cambio climático, el pilar fundamental para tejer vida en nuestros territorios!

El cambio climático representa uno de los mayores desafíos globales del siglo XXI, impulsado principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Estas acciones generan efectos graves, incluyendo el aumento de las temperaturas globales, el derretimiento de glaciares, la acidificación de los océanos, eventos climáticos extremos y la pérdida de biodiversidad, entre otros.

El reciente Informe sobre Clima y Desarrollo de Colombia, elaborado por el Grupo Banco Mundial en julio de 2023, destaca que el país no ha gestionado de manera sostenible su abundante riqueza de tierras y recursos forestales. La deforestación ha sido una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Entre 2001 y 2021, Colombia perdió cerca de 3,2 millones de hectáreas de bosques (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, 2022), y el cambio en el uso de la tierra se ha convertido en la mayor fuente de emisiones de GEI en el país.

A pesar de que los bosques cubren el 52 % de la superficie de Colombia (59,7 millones de hectáreas) (IDEAM, 2020), esta riqueza enfrenta graves amenazas. Entre 2001 y 2021, el 89 % de la pérdida de bosques fue atribuida a prácticas ilegales (Dummett et al., 2021). Según Global Forest Watch, Boyacá perdió 37,500 ha de cobertura arbórea entre 2001 y 2023, equivalente al 3 % de la cobertura arbórea desde 2000, lo que generó 18.8 Mt de emisiones de CO₂. En el mismo periodo, la región perdió 4,130 ha de bosque primario húmedo, representando el 12 % de su pérdida total de cobertura arbórea y una reducción del 1.4 % en el área total de este ecosistema. Por tanto, la contención de la deforestación es crucial para abordar los retos de mitigación y adaptación al cambio climático.

En este contexto, el ordenamiento territorial se presenta como una herramienta clave para planificar el uso sostenible del suelo y los recursos naturales, minimizando así los impactos del cambio climático. El Decreto 1077 de 2015 establece que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es el principal instrumento para orientar el desarrollo físico del territorio y el uso del suelo en los municipios. Por ello, este insumo es fundamental para tejer la acción climática en el territorio, pues permite integrar estrategias de gestión del cambio climático en todas sus etapas: seguimiento y evaluación, diagnóstico, formulación y programa de ejecución. 

Esta integración debe enfocarse en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), aumentar la resiliencia ante eventos climáticos extremos y proteger los ecosistemas naturales, como bosques y humedales, que actúan como sumideros de carbono. De este modo, se podrán minimizar los efectos negativos del cambio climático, promover la adaptación y mitigación de sus impactos, y aprovechar las oportunidades que este fenómeno genera en los territorios del país.

La gestión del cambio climático, como determinante ambiental, tiene como objetivo “orientar los modelos de ocupación territorial, teniendo en cuenta las acciones necesarias para contribuir a la adaptación y mitigación”. La inclusión de esta gestión responde a la Ley 388 de 1997, que orienta el desarrollo del territorio y regula la utilización, transformación y ocupación del espacio, buscando la armonía entre el desarrollo socioeconómico y el medio ambiente. Además, la Ley 1931 de 2018 exige que los municipios y distritos incorporen la gestión del cambio climático en sus planes de desarrollo, siguiendo los Planes Integrales de Gestión del Cambio Climático Territoriales (PIGCCT).

La principal herramienta para la toma de decisiones en términos de mitigación son los inventarios de GEI, los cuales pueden derivar en acciones como el aumento de la cobertura boscosa, la limitación al uso de combustibles fósiles y el consumo eficiente de energía, así como la reducción de la contaminación y otras medidas que disminuyan el ingreso de GEI a la atmósfera. En términos de adaptación, los análisis de vulnerabilidad frente a los escenarios de precipitación y temperatura pueden resultar en acciones como la conservación de bosques y cuencas, la disminución de la deforestación y la restauración de áreas degradadas, entre otras (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible-MinAmbiente, 2022).

¿Cómo podemos incluir la gestión del cambio climático en el ordenamiento territorial?

Los sistemas estructurantes del territorio son el eje para hacerlo

Las manifestaciones del cambio climático trascienden los límites políticos y administrativos, lo que hace esencial fortalecer los procesos de ordenamiento territorial. Esto permite gestionar los efectos y oportunidades del cambio climático en la visión de desarrollo a corto, mediano y largo plazo. Es fundamental utilizar herramientas de ordenamiento (Sistemas estructurantes) para considerar acciones relacionadas con el cambio climático en el territorio, especialmente en sistemas clave como el vial, la infraestructura de transporte, las redes de servicios públicos y las áreas de conservación de recursos naturales, así como aspectos como la vivienda, la estructura ecológica, el espacio público, los equipamientos colectivos y el patrimonio cultural.

Convergencia de la gestión del cambio climático y la planificación territorial municipal en los elementos prioritarios de los territorios

Generar acciones sobre estos sistemas estructurantes podría derivar por ejemplo en, el diseño de sistemas de riego intrapredial por aspersión, la ubicación de los elementos urbanísticos cerca de las viviendas, el desarrollo orientado de planes de movilidad que permita reducir el número de viajes que se hace con medios motorizados a la vez que reduce el tiempo de viaje, la implementación de ciclorutas u otros medios de transporte alternativos (Ministerio de Transporte-MinTransporte, 2014), la incorporación de espacios para la carga de los vehículos eléctricos en espacios públicos con el fin de promover el uso de estos vehículos, reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2 ) y eliminar las emisiones de material particulado que trae afectaciones sobre la salud, disminuir el estrés térmico a partir de la optimización en el uso de la energía o el agua por medio de construcciones y diseños bioclimáticos (Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio-MinVivienda, 2014), entre otras acciones que pueden promoverse o regular su uso a través de las normas urbanísticas incluidas en los Planes de Ordenamiento Territorial.

Nota: Este portal web fue creado  basándose en la guía Consideraciones del Cambio Climático
para el Ordenamiento Territorial, enfocada en los puntos clave a tener en cuenta en los
municipios dentro de la jurisdicción de Corpoboyacá.La guía fue publicada por el Ministerio
de Ambiente en 2023.

Copyright © 2025 Tejiendo Acción Climática |

Un proyecto de Corpoboyacá